más azúcar
Ancohe (en realidad ha sido esta mañana, pero no puedo evitar pensar que fue anoche, porque iba a meterme en la cama), me acosté con ganas de llorar. De esas ganas de llorar porque sí, sin motivo concreto, que tanto me joden y que tan a menudo me vienen. Anoche, además, no tenía excusa: ni exceso de hormonas, ni disgustos varios... Nada. Aparentemente, todo perfecto, así que no había explicación. Ganas de llorar porque sí y punto. Aguanté lo que pude, terminé el horrible tema 14 de derma y me metí en la cama, prometiéndome a mí misma no llorar. Y lo cumplí.
Esta mañana (bueno, en realidad era mediodía, pero me acababa de levantar...) me he despertado y las puñeteras ganas de llorar seguían ahí. He recordado que había quedado para comer y ni siquiera eso me ha servido para apartar las lágrimas. He querido meterme debajo de las sábanas y quedarme allí hasta que se me pasara, pero la cita y mi propio orgullo me han obligado a salir. Ya en la ducha, he pensado que hacía ya bastante que esto no me ocurría. Le he echado la culpa a los exámenes, como hago siempre que no quiero pensar mucho o no me siento capaz de enfrentarme a mi realidad, y entre champú y mascarilla he recordado a pastora y he pensado que al salir, escucharía, sin duda, día tonto, para al menos sentirme comprendida. Pero al salir y buscar en la estantería -descolocadísima, por cierto- he encontrado el CD que buscaba y, a su lado, el primero, que ringo me grabó, y he decidido cambiar de idea y escuchar ése. Buena elección. He reencontrado una canción que ya casi había olvidado y que viene al pelo como nueva entrega de estos, ya clásicos, momentos pastelosos patrocinados por polisaria
Esta mañana (bueno, en realidad era mediodía, pero me acababa de levantar...) me he despertado y las puñeteras ganas de llorar seguían ahí. He recordado que había quedado para comer y ni siquiera eso me ha servido para apartar las lágrimas. He querido meterme debajo de las sábanas y quedarme allí hasta que se me pasara, pero la cita y mi propio orgullo me han obligado a salir. Ya en la ducha, he pensado que hacía ya bastante que esto no me ocurría. Le he echado la culpa a los exámenes, como hago siempre que no quiero pensar mucho o no me siento capaz de enfrentarme a mi realidad, y entre champú y mascarilla he recordado a pastora y he pensado que al salir, escucharía, sin duda, día tonto, para al menos sentirme comprendida. Pero al salir y buscar en la estantería -descolocadísima, por cierto- he encontrado el CD que buscaba y, a su lado, el primero, que ringo me grabó, y he decidido cambiar de idea y escuchar ése. Buena elección. He reencontrado una canción que ya casi había olvidado y que viene al pelo como nueva entrega de estos, ya clásicos, momentos pastelosos patrocinados por polisaria
TENGO TIEMPO, TENGO GANAS,
TENGO AMOR DENTRO MI CAMA.
TENGO UN CHISTE QUE NO CUENTO
PA' REÍRME YO POR DENTRO.
TENGO MUCHA MALA LECHE
CUANDO ALGO SE ME TUERCE.
TENGO LUNAS, TENGO SOLES,
TENGO UN TÍO QUE ME PONE,
TENGO, TENGO, TENGO Y RETENGO,
Y LO QUE SOBRA, ME LO VENDO
Y ASÍ, ASÍ, DISFRUTO EL ESTRAPERLO.
TENGO UN TÚNEL Y UN LUCERO
P'ALUMBRAR LO QUE MÁS QUIERO.
TENGO UN NUDO EN LOS TACONES
Y CAMINO A TROMPICONES.
TENGO CHISPAS Y JALEO
SI SIGO TU CONTONEO.
TENGO GANAS DE QUERERTE,
DE ROBARTE Y DE TIMARTE.
Pues sí, lo veo todo mejor...
2 Comments:
te grabé yo el disco de pastora? jo, no lo recuerdo... además creo que no lo he escuchado nunca!!!! jijiji, qué cosas...
beso!
A mí me gusta mucho más la dedía tonto....
Publicar un comentario
<< Home