domingo, agosto 27, 2006

Y los sueños, sueños son...

Esta noche he soñado con él. Hacía mucho tiempo que no me ocurría, pero la sensación al despertar sigue siendo la misma. Es una sensación extraña, que me gusta y me desagrada en la misma medida. Me gusta, porque me despierto con la sensación de haberle tenido cerca, de haberle visto de verdad. Y vuelvo a tener ese nudo en el estómago, como antes, pero me dura menos. Y me desagrada, porque volver a verle es volver a perderle, es echarle de menos un poco más...
Hacía meses que no me pasaba. Hubo un tiempo en que me pasaba casi a diario y dormir era una tortura a la vez que el mejor momento del día. Luego, empezó a pasar cada vez menos, y ahora es excepcional.
En mis sueños, como en los de todo el mundo, supongo, casi nada tiene sentido cuando lo piensas una vez despierto. En mi sueño de hoy, yo llevaba el pelo corto, como lo llevaba hace cuatro años, como lo llevaba con él. Pero hablábamos de cosas que han pasado después, de cosas y de personas que él no sabe, que no conoce, porque yo ya no se las he contado, porque hace ya mucho que no le cuento nada.
Últimamente pienso mucho en eso. Ojalá hubiera sido posible ser amigos. Ojalá hubiéramos sido capaces de poder seguir contándonoslo todo, riéndonos de todo y de todos, mirándonos y entendiéndonos. Ya he asumido y aceptado que no será el padre de mis hijos y que sus besos en la nuca no curarán mis males nunca más. Pero si al menos pudiera volver a un pasado anterior, a aquellos momentos en que podíamos ver el fútbol con todos, jugar a acertijos, aprender de pintura, enseñarle a distinguir los gorriones, esperarle, hacerle esperar... Ojalá. Ojalá no tuviera miedo, ojalá no le guardara rencor. Ojalá...

1 Comments:

Blogger snurfel said...

No es malo recordar el pasado. La malo es no aprender de él.

19:42  

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